Las manos las tenemos a la vista todo el año y el cuidado suele ser más contínuo pero los pies suelen ser los grandes olvidados en invierno, crema, piedra y poco más. Cuando llega el verano nos damos cuenta de que necesitan cuidados específicos y actualmente ya no es necesario ir a un especialista para ponerles a punto, ¡¡tú misma puedes hacerlo en casa!!
Antes que una buena hidratación le daremos mimos previos para quitar y evitar durezas y exfoliarlos para renovar la piel.
Algunos de los problemas menos estéticos son los callos y las durezas. Patologías que afectan a la piel y que producen un engrosamiento y endurecimiento de la parte más superficial de la misma, Se dan en zonas sometidas a un exceso de presión por el sobrepeso, las alteraciones de la forma del pie como en el cavo o los dedos en martillo o como consecuencia de fracturas. Y en muchas ocasiones por el tipo de calzado que predisponen a su aparición.
Las durezas no nos suelen doler si no se producen grietas en la piel y hay que poner atención para no ser propensas a los callos, evita siempre calzados incorrectos. Si ya las tienes realiza remojo diario de los pies y ráspalos con una lima especial o piedra pómez y usa productos hidratantes especiales que reducen la callosidad.
Un remedio casero y muy eficiente es aplicar todas las noches vaselina pura sobre la zona y cubrir los pies con unos calcetines para no manchar la cama.
Los pies también necesitan una buena exfoliación, cómo la piel es más dura buscaremos unexfoliante de grano duro y después de que hayan estado en agua nos lo hacemos con las manos. Si a esto añadimos un buen masaje nos quedarán perfectos.
Otras muy molestas compañeras son las ampollas, parece mentira que uan herida tan pequeña pueda producir semejante dolor. Se tienen que tratar de manera eficiente, primero lavar con agua y jabon sin frotarlas y aplicar después un agente antiséptico para evitar infecciones. Si puedes estar descalza mucho mejor, pero si no es así en mucho sitios ya tienes apósitos que curan y calmarán tu ampolla.
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