Los aceites esenciales se extraen por destilación por corriente de vapor de distintas partes de plantas y árboles que les dan su aroma característico. Pueden ser flores, hojas, raíces, frutos, cáscaras, resinas o maderas.
Su concentración es muy alta por lo que no es recomendable aplicarlos directamente sobre la pielya que la podrían dañar, primero hay que diluirlos en un aceite base tipo aceite de almendras, de jojoba, de oliva o de gérmen de trigo.
La proporción aconsejable en las diluciones para uso externo es de entre 10 y 20 gotas de aceite esencial por cada 100 ml de aceite base, aunque también se pueden comprar preparaciones ya diluidas, que a pesar de tener un precio mayor nos garantizan concentraciones siempre adecuadas.
También podemos echar varias gotas de aceite esencial (unas 5 o 10 dependiendo del tamaño) en la bañera para disfrutar de un momento relajante y permitir que sus vapores penetren en nuestra piel y nuestras vías respiratorias.
Uno de los primeros por su exótico y particular olor es el aceite de sándalo.
Está indicado para hidratar las pieles secas, tanto de la cara como del cuerpo, da una hidratación extra a codos, rodillas, talones o cualquier parte del cuerpo que la necesite.
El aceite de manzanilla tiene propiedades calmantes, anti-baceterianas y anti-inflamatorias, y nos ayuda a mejorar el aspecto de la piel.
Por sus características también resulta ideal para desmaquillar ojos sensibles, así que lo he añadido al aceite de jojoba que uso para retirar el maquillaje y de momento ya noto cada noche una sensación calmante muy agradable, habrá que comprobar a largo plazo si también ayuda a descongestionar la zona y reducir las bolsas.
Otro de los aceites que más me gustan y que llevo usando desde hace más tiempo es el aceite de romero. Añadiendo unas gotas al aceite de almendras para hidratar el cuerpo me da una sensación de frescor y vitalidad que parece que la ducha me ha despejado el doble.
Estimula la circulación y con su aroma mejora la respiración y despeja la mente. Al ser antiséptico y astringente se utiliza para evitar las irritaciones después de la depilación o añadiendo unas gotas al champú para tratar el cabello graso.
Un aceite también muy popular es el de lavanda, indicado para atenuar cicatrices, manchas o estrías en su primera fase de aparición, ya que actúa como regenerador de la piel.
Mientras el aceite de romero te pone las pilas, el aroma de lavanda aplicado en un baño antes de dormir relaja e invita a un descanso reparador, además si te has pasado un poco con el tiempo en la playa o la piscina funciona genial como after sun, calmando la piel casi al instante.
La lista de los aceites esencial es muy amplia aunque la mayoría se utilizan sobre todo por sus propiedades aromáticas para relajar, dar masajes o simplemente disfrutar de su fragancia.
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