.

.

viernes, 4 de mayo de 2012

Crucero Braemar en Avilés

Ni los algo más de 900 pasajeros del 'Braemar' ni los 374 tripulantes del buque de crucero daban crédito ayer a lo que veían: una ciudad volcada en darles la bienvenida desde que enfilaron el canal de entrada al puerto. Avilés quiso ayer presentar su mejor cara a los ocupantes de un barco que puede dar un empujón al incipiente sector turístico local y abrir la ría a un tráfico inédito hasta la fecha.
Ya cuando poco después de las siete de la mañana el buque de la naviera Fred Olsen pasaba ante el espigón de San Juan, los pocos cruceristas que se asomaban a los balcones de sus camarotes, pudieron observar con evidente sorpresa que decenas de personas aguardaban su llegada a ambos lados de la ría. Cuando pasados una hora y veinte minutos el barco se aproximaba al muelle Sur de la dársena de San Agustín, junto al Centro Cultural Internacional Avilés, eran ya cientos los avilesinos que saludaban la llegada del primer crucero de la historia del puerto. Cámara en ristre, decenas de avilesinos registraban la llegada del navío desde la avenida del Conde de Guadalhorce o desde la misma plaza diseñada por Óscar Niemeyer, convertida en improvisado graderío en el que alguno colgaba una bandera de Asturias para saludar a los esperados visitantes.

























No hay comentarios:

Publicar un comentario