Pasaban pocos minutos de las 11 cuando la calma de la mañana del sábado quedó interrumpida en la bahía de Poniente por un estruendo que espantó a las gaviotas y alarmó a los paseantes. Gritos, fuego y humo. Un grave accidente de tráfico delante del edificio del Acuario dejó una decena de víctimas diseminada por la explanada.
En el lugar se personaron rápidamente efectivos de bomberos, Policía Local y personal del Servicio de Atención Médica Urgente (SAMU). Una tragedia en toda regla. De haber sido real, eso sí.
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